Cómo afecta el estrés a nuestra salud bucodental

Cómo afecta el estrés a nuestra salud bucodental

Es un hecho probado que el estrés afecta a la salud, generando a menudo, distintas afecciones bucodentales. Estos problemas también son derivados de los hábitos poco saludables que manifiestan las personas que padecen estrés: mala alimentación, comer a deshoras, descuidar la higiene bucodental, etc.

Las personas que sufren estrés tienen altos niveles de la hormona cortisol: si esta se acumula, puede llegar a provocar enfermedades periodontales.

Habitualmente también se observan las siguientes problemáticas en torno a cuadros de estrés presentados por los pacientes:

– Aftas: pequeñas heridas que aparecen  en la boca por la acción de virus y bacterias que atacan cuando descienden las defensas del sistema inmunológico.
– Boca seca: ante la ingesta de ciertos medicamentos para el tratamiento contra el estrés, estos pueden ocasionar una disminución del flujo salival. Esto a su vez provoca que la persona sea más propensa a tener caries e inflación de las encías.
– Gingivitis: las personas que sufren estrés, consumen más alimentos, en su mayoría con altos contenidos de azúcares. Por otra parte, también se cambian los hábitos de higiene, sobre todo el cepillado de los dientes, por lo que se acumulan más restos de comida. Todo lo anterior, si no es corregido a tiempo, puede provocar la inflamación de la encía y derivar en “gingivitis”.
– Bruxismo: las personas con estrés tienden a apretar y rechinar los dientes, ya sea durante el día o bien por la noche mientras duermen. Esto requiere diagnóstico y tratamiento inmediato, como la instalación de una férula dental removible, para evitar el desgaste de las piezas dentales entre otros problemas.
Herpes labial recurrente: El estrés, aumenta la predisposición de una persona ya contagiada de manifestar la enfermedad a través de una lesión recurrente en los labios. Tras el contagio inicial, el virus del Herpes se queda alojado en los ganglios de Gásser y se libera bajo condiciones predisponentes, tales como: situaciones de estrés, fatiga, problemas emocionales, embarazo, menstruación, exposición solar, alergias, etc.

Técnicas de relajación, el yoga, la meditación, liberar nuestra agenda y revisar nuestras prioridades, respetar nuestros horarios de sueño y comidas… Son hábitos saludables que ayudan a reducir el estrés en general y que repercutirán positivamente tanto en nuestra salud bucodental, como global.